Libro revela las orgías de sexo y cocaína de la Dictadura
· Participaban Patricia Maldonado, Raquel
Argandoña y Checho Hirane.
A propósito de la campaña para sacar a Patricia Maldonado de
la TV por su constante defensa a la Dictadura Cívico-Militar y los asesinatos,
violaciones y torturas que se cometieron, recordaremos que Maldonado no es sólo
una «simpatizante» del régimen genocida liderado por Augusto Pinochet, fue
cómplice y protagonista directo del mismo, junto con otras figuras del
espectáculo como Raquel Argandoña y Sergio «Checho» Hirane. Un artículo de
Ciper Chile publicó un extracto del libro “Álvaro Corbalán: El dueño de la
noche”, escrito por los periodistas Constanza González, Macarena Chinni, Daniel
Campusano y Felipe Robledo. De paso, el libro confirma la relación directa que
existió entre la Dictadura y el aumento del Narcotráfico.
En plena Avenida Apoquindo, en la exclusiva comuna de Las
Condes de Santiago, se encontraba uno de los sitios nocturnos más cotizados por
la farándula ochentera, el pub ‘Confetti’. A él llegaban los artistas de la
televisión de ese entonces, pero principalmente aquellos que no tenían problema
alguno con la dictadura militar, ya que el local pertenecía al marido de la
cantante Patricia Maldonado, Jorge Pino. También asistía otro tipo de
individuos, los miembros de la CNI y, con gran frecuencia, Álvaro Corbalán, su
jefe operativo y mayor del Ejército. Más de una vez se le vio bajar de un Fiat 125 para entrar de la mano de su
entonces pareja, lavedette ‘Maripepa’ Nieto, según recuerda el cantante
‘Cristóbal’. Estos autos pertenecieron en la época de la Unidad Popular al
Grupo de Amigos Personales de Salvador Allende (GAP), y se caracterizaban por
su color azul marino y por haber sido entregados por el gobierno italiano. Tras
el Golpe Militar, dichos vehículos pasaron a manos del Ejército. Para el
‘Negro’ Piñera, hermano menor del ex presidente Sebastián Piñera, el antro era
exclusivo para artistas de entre 40 y 60 años. “Era bravo”, describe, “porque
los hueones cerraban las puertas y se quedaban adentro hasta el día siguiente,
eran las 10 de la mañana y dándole y dándole. Iban puros momios. Cantaba la
Maldonado y puros viejos de derecha. Todos terminaban dados vuelta”.
Según el ex CNI Luis Sanhueza, el ‘Confetti’ era muy
parecido al pub ‘Oliver’, ambos bares eran muy exclusivos. Estaban decorados de
una manera muy elegante y asistía gente de alto nivel económico, del mundo
militar, artístico y de la televisión. “Uno que estaba siempre ahí era Pablo
Honorato, era bueno para el trago e íntimo amigo del ‘Pato’ Castro –ex miembro
de la CNI– y de Aurelio Sichel
–empresario gastronómico. A estos lugares iba desde mi general Pinochet hasta
los oficiales. Había mujeres buenas mozas, eran los sitios top del momento”,
recuerda y agrega que para el bajón del hambre luego de la borrachera y las
drogas, se iban a la ‘Casa de Cena’ – ubicada en
Almirante Simpson # 20, Santiago –. Allí comían una cazuela o ajiaco.
“Reemplazaban el Mercado Central por este lugar”, dice, “porque era más
privado. Toda la gente de la noche llegaba ahí”.
Patricia Maldonado, Raquel Argandoña y la «Brigada Rosa»
La vida nocturna de los ’80 estaba reservada para la gente
que estaba con la dictadura. Había lugares habitué que se mantenían abiertos
para ellos durante toda la noche. Ahí iban personajes de derecha, agentes de
seguridad, vedettes, los amigos de los dueños, estrellas del espectáculo y de
la televisión. La periodista Nancy Guzmán señala: “los militares prestaban sus
vehículos para que los llevaran a sus casas, para evitar problemas con
patrullas policiales. Álvaro Corbalán disfrutaba mucho de la bohemia. Sus
compañeras habituales eran la ‘Paty’ Maldonado y Raquel Argandoña”. Su imagen
era bastante particular y cambiante. Mientras se desempeñaba como agente era
prepotente y violento, no dudaba en hacer cumplir las órdenes de sus
superiores. Pero por las noches el personaje era totalmente diferente, siempre
aparecía bronceado y vestía de forma elegante. Algunos artistas lo recuerdan
por sus rasgos árabes y sus perfectos dientes blancos.
En muchas de las reuniones que se realizaban periódicamente
con los generales, no hubo ocasión en que Corbalán no dejara de invitar a
mujeres estupendas, muchas de ellas eran prostitutas. Aprovechando el momento,
el ex agente sacaba fotografías y filmaba, teniendo en su poder pruebas
concretas de estos encuentros. Nadie podía negárselo. Según datos recabados por
Javier Rebolledo, escritor especialista en investigaciones sobre violaciones a
los Derechos Humanos, uno de los grandes mitos de la época era la existencia de
la Brigada Rosa, un grupo de mujeres bonitas, faranduleras, que se dedicaban a
labores de inteligencia. Seducían a personas del mundo del espectáculo con un
solo objetivo: probar quiénes eran detractores de la dictadura. El nombre que
más resaltaba entre ellas era, según el periodista Rebolledo, el de Raquel
Argandoña.
Para Nancy Guzmán, la Brigada Rosa fue un hecho y denostó
aún más el papel de la mujer en la sociedad de esa época. Relata que la DINA
contrató a muchas jóvenes de la televisión para que trabajaran como prostitutas
en la sexta asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), llevada a
cabo en Santiago a poco de instalada la dictadura. “Ellas debían involucrarse
sexualmente con los miembros del evento y sacar información sobre quiénes eran,
de dónde venían o si tenían contacto con algún grupo opositor de izquierda”,
afirma Guzmán y asegura que entre ellas estaban Raquel Argandoña y Patricia
Maldonado, aunque no asegura que estas últimas prestaran favores sexuales.
Además del Confetti, hubo otros sitios predilectos de los
agentes de la CNI, como el ‘Rodizzio’, un restorán atendido por su dueño. La
primera de sus sedes estaba ubicada en la esquina de las calles Domínica con
Purísima, en el barrio Bellavista y ofrecía tenedor libre. El lugar no era muy
grande, pero el juego de luces indirectas sobre las mesas, la iluminación en
los mesones, el pequeño escenario y un piano en un rincón hacían que el
ambiente fuera grato para disfrutar de la comida. Este lugar se convirtió en
uno de los sitios donde la gente de derecha y especialmente la CNI, pasaba gran
parte de su tiempo libre. María Eugenia Camus investigó el ‘Rodizzio’ y a su
dueño, Aurelio Sichel, principalmente por el caso “La Cutufa” –financiera
ilegal con la que se estafó a civiles y militares a mediado de los ’80, que
prometía cuantiosos dividendos y fue liderada por el ex CNI Patricio Castro–;
Camus señala que en las innumerables fiestas que se desataban ahí, los
militares no sólo llegaban a comer y a tocar guitarra. “Se juntaban a comentar
las cosas horrorosas de su trabajo, filmaban los asesinatos y los mostraban
ahí. Esto era pan de todos los días, mucho whisky, copete y droga”. Uno de los
clientes frecuentes era Corbalán. Pero según varias fuentes, no era de tomar
demasiado.
Checho Hirane
Cerca de uno de los locales del ‘Rodizzio’ se encontraba
otro de los pubs íconos de la época, el ‘Tuttix’, ubicado en Sebastián Elcano
con Cristóbal Colón, en la comuna de Las Condes. Este lugar también reunía a
artistas nacionales e internacionales. Acudían personajes de la talla de Soda
Stereo y Charlie García y famosas modelos y artistas de la época. Para su
dueño, Miguel Piñera, el ‘Tuttix’ marcó historia: “El pub era más hippie y
desordenado que el ‘Confetti’, ahí iban más famosos”, recuerda. También estaba
el bar ‘Romeo’ –creado gracias a una sociedad entre el humorista ‘Checho’
Hirane y el cantante ‘Miguelo’–,que fue centro de innumerables farras
faranduleras. “Iba mucho milico al ‘Romeo’, no muy conocidos, pero se
identificaban de inmediato cuando llegaban. ‘Checho’ Hirane siempre trató de
cuidar las apariencias, es decir, que no se hiciera tan público que él era de
derecha. Todos sabían que algún día se terminaría el régimen y no quería quedar
marcado para siempre”, dice un ex trabajador del local que no quiso dar su
nombre, según consigna un reportaje de la revista Plan B, publicado el 11 de
septiembre de 2003.
Las noches del bar ‘Romeo’ eran animadas por las canciones
de un dicharachero Miguel ‘Negro’ Piñera, quien se repartía cada día entre
varios antros. También se presentaba el entonces galán ‘Miguelo’, que provocaba
el delirio de las asistentes, mientras el otro socio, Hirane, se codeaba con
varios uniformados de la dictadura militar. Había un factor común a los locales
nocturnos de los ‘80: la cocaína. Tal era la presencia de esta droga en dichos
sitios que, en enero de 1989, el bar ‘Confetti’ se vio involucrado en una
pesquisa de la Policía de Investigaciones, la que seguía una pista sobre el
tráfico de estupefacientes. Dicho procedimiento tuvo como resultado la
detención de Aurelio Sichel.
El amigo de Corbalán estuvo detenido una noche..
Según Hernán Contreras, actual abogado del PS y en los ‘80 cliente frecuente de
diferentes espacios nocturnos, la cocaína estaba a la orden del día en muchos
de estos locales. “La discoteque ‘Gente’ era del hijo de Pinochet, junto con el
dueño de Chile Motores. Esa hueá era… pero, olvídate, topísima. Ahí iba el
jet-set. Yo nunca fui, tenías que ser muy top, iba hasta la Bolocco. Ahí sí que
la blanca droguett corría, porque el dueño de Chile Motores era un gran
traficante”.
Comentarios
Publicar un comentario